Conoce la historia de una extraña amistad que terminó mal a pesar de las advertencias

No es algo nuevo, el ver que una persona bien sea hombre o mujer genere un tipo de relación amistosa con un animal, pero no hablamos de las comunes mascotas; perros, gatos, loros entre otros.

Nos referimos ya a animales que normalmente no se relacionan con los humanos por ejemplo; cocodrilos, leones, hipopótamo. Pues bien, resulta que esta historia habla justamente de esto una amistad que un hombre intentó establecer con un hipopótamo.

Todo comenzó cuando en el 2005 un hombre de nombre Marius Els fue noticia al decidir comprar un hipopótamo y adoptarlo. Este hombre veía a dicho animal como un hijo, pero a pesar de las múltiples advertencias en relación a tener a un hipopótamo de esta manera, su “amistad” siguió.

Esa es una de las versiones en relación a este hecho, otros aseguran que lo que ocurrió es que este hombre no compró al animal, sino que lo rescató de un rio desbordado, para luego llevarlo a su finca compuesta de 160 hectáreas en Klerks dorp; una zona rural al noroeste de Sudáfrica. En dicho lugar habitaban otras 20 especies, pero este nuevo integrante generó en él un sentimiento de cariño que venía a ser muy distinto al del resto de animales.

Pasaron 6 años desde la llegada de aquél hipopótamo a la vida de Marius y en dicho momento, se dejó fotografiar montado sobre el lomo del animal. Diez meses después de dichas fotografías, sucedió algo que Marius jamás pensó que ocurriría pero tantos le advirtieron. El hipopótamo fue hacia Marius y lo mordió, no solo una sino varias veces. Y es importante destacar que,  la mordida de un hipopótamo  es literalmente muy fuerte, el doble que la de un tigre de bengala.

De manera que, encontraron el cadáver de Els en una laguna artificial que había construido para los animales, como ya dijimos, con múltiples mordidas y los expertos establecieron que también el hombre habría pasado mucho tiempo bajo el agua.

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Este hecho ahora es tomado como ejemplo para explicarle a las personas que este tipo de relaciones no solo con hipopótamos  sino con cualquier otro animal salvaje, puede llegar a ser mortal por lo tanto, lo mejor es atenderlos si lo necesitan y luego de un cierto tiempo, corresponde liberarlos y  no criarlos como parte de la familia pues siempre serán un peligro inminente debido a su naturaleza o instinto.