En un sorprendente hallazgo, Jennifer Dowker, capitana y buzo profesional, descubrió una botella con un mensaje escrito en 1926 en el fondo del río Cheboygan, Michigan. La botella, que había permanecido sumergida durante 97 años, estaba parcialmente llena de agua pero aún conservaba su tapón de corcho.
Dowker, quien dirige la empresa Nautical North Family Adventures, estaba realizando labores de limpieza en el fondo de su barco, el Yankee Sunshine, cuando se topó con el objeto inusual. Inicialmente, pensó que se trataba de una botella común, pero al examinarla más de cerca, descubrió el mensaje manuscrito que solicitaba a quien lo encontrara que lo devolviera a George Morrow en Cheboygan y proporcionara la ubicación del descubrimiento.
Después de la sorprendente revelación, Dowker compartió el hallazgo en la página de Facebook de su empresa. La publicación se volvió viral, generando una avalancha de más de 6,000 pistas sobre el posible destinatario del mensaje. La rápida propagación de la noticia llevó a Michele Primeau, la hija de George Morrow, a ponerse en contacto directamente con Dowker. Aunque Michele no conoció a su padre cuando escribió el mensaje, reconoció la letra y recordó a su padre como una persona sentimental.
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Finalmente, Michele decidió que Jennifer conservara la botella, considerándolo un homenaje apropiado a la memoria de su padre. Como agradecimiento, Jennifer enmarcará el mensaje y lo exhibirá en su tienda, y Michele recibirá una entrada de por vida para navegar en el Yankee Sunshine. Este emotivo reencuentro con el pasado ha unido a dos generaciones a través de un mensaje que desafió el paso del tiempo.